(Análisis) Donde el fuego nunca se acaba
Por May Sinclair😚
La escritora británica Mary Amelia St. Clair (May Sinclair) considerada popular por sus escritos de novelas, relatos y poesía. Considerada una activista, se consagró al cuidado de sus hermanos y al parecer no tuvo su propia familia. El cuento encarna a ese amor frustrado, relaciones toxicas y el deseo de tener un compañero sentimental que extrapolara lo carnal y las rutinas de un amor prohibido.
La protagonista del cuento (Enriqueta Leigh) en la flor de su juventud, con un amor en secreto y ligeramente desaprobado por su padre por ser mayor que ella. Queda mutilado el deseo de ser materializado por morir en un naufragio. Trascurrido el tiempo mantiene una relación a escondida con Oscar Wade. Ella disfruta del romance a sabiendo que tiene una esposa, que nunca dejo por el que dirán y por estar enferma. Entre rutinas, derroche de amor en lugares significativos para ellos, aún quedaba el vacío, de Enriqueta de ser escucha, valorada y dejar de verse a escondida, pero llego la muerte de Oscar. Ella se consagra a una vida religiosa, buscado llenar el vacío que le dejo una juventud sin futuro. También el arrepentimiento de vivir una “vida inmoral” y no aceptada por la sociedad. Muere en una edad avanzada y en la mortalidad en la otra vida, queda atrapada en los recuerdos de Oscar, que por más que se remonta en los recuerdos genuinos, inocentes y puro de ellas, siempre la persigue su amor prohibido e inmoral.
Pude acaricias en Enriqueta Leigh, la ingenuidad, los deseos de una mujer enclaustrada donde ellas no tenían voz. El precio que debió pagar para no morir sin materializar su amor. Mientras que el Padre de Enriqueta Leigh encarna la protección, el machismo de la época, autoritarismo y la decisión de la autoridad. Jorge Waring nos muestra la aventura de un amor genuino y el riesgo de un porvenir con su futura amada. Oscar Wade el aventurero y la pasión de los 40 años por revivir su juventud. La esposa, Muriel de Oscar, el vivo ejemplo de la mujer sumisa y recatada en valores. La Narrativa es omnisciente nos expresa los sentimientos internos y externos de cada uno de los personajes.
Mi opinión me deja un ligero sabor amargo e inquietante sobre las acciones “inmorales” en una sociedad ingenua. El disfrute de un amor carnal entre el aventurero y el de hogar, ¿Quién fue más feliz? Acaso los momentos inmorales serán perpetuado después de la muerte, como castico… Por que Oscar no atormento en la muerte a su esposa o esta a atormentarlo a ambos. Es un cuento mortificante, para mi gusto y triste para los que viven el amor a su plenitud. Podría sentir la opresión de la mujer en esa época y el extremo conmensurado de la mujer liberada en mi época.
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Vickiana Valenzuela
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